Fotografía y Eutanasia

Por: Mariana Díaz @catrielasoleri

La fotografía es sin duda uno de los medios de comunicación y expresión más polémicos que existen, en especial si nos referimos a la fotografía documental o periodística, ya que la realidad es siempre más dolorosa que la ficción.

Naturalmente, la fotografía se implementó y terminó siendo un recurso tecnológico inherente al periodismo, por la facilidad e inmediatez con la que sólo las imágenes pueden contarnos algo. De este modo, la humanidad ha logrado hacerse de un amplío acervo visual que documenta la historia. Así es como circulan en libros, revistas, en la red, y en nuestra mente, imágenes icónicas de épocas o sucesos.

Mucho se discute sobre el contexto en el que fue capturada una imagen, y sobre  la reacción del público ante determinada fotografía u obra de un autor, pero  pocas veces llegamos a saber sobre la historia posterior entorno a la fotografía y su autor, dando pie a muchos mitos y polémicas, como la que estoy por narrarles.

Desde hace dos años, el fotógrafo Tou Chih- kang se ha dedicado a retratar a perros que están a punto de ser sacrificados, luego de llegar al refugio de animales de Taoyuan y ser evaluados. En Taiwan como en el resto del mundo, se aplica la eutanasia a perros, para evitar o paliar la sobrepoblación. El objetivo de estas fotografías, es concientizar a la ciudadanía, sobre la importancia de la tenencia responsable, con su trabajo le está dando rostro a algunos de los miles de seres que han perdido la vida por el descuido y la irresponsabilidad humana.

Hasta ahora, han sido 400 los canes que pasaron por su lente, justo antes de la eutanasia, pero  cifras oficiales esperan “dormir” a decenas de miles este año.

Como pro animalista, la iniciativa me parece noble, sin embargo, es una tarea que yo no podría llevar a cabo. No imagino de donde saca la fuerza para retratar a inocentes que desconocen su destino, y de los cuales, probablemente una buena cantidad, no haya conocido la ternura de una caricia o un abrazo  afectuoso, la compañía de un ser humano que se dedicara a hacerlo feliz y procurarle las mejores condiciones.

Sin duda, retratarlos para crear conciencia es mejor que no hacerlo y mantener en ocultas a las millones de voces que fueron calladas sin derecho a nada. Pero, ¿qué opinan ustedes?