Rolling in the deep, or in the misery

Por: Mariana Díaz @catrielasoleri

No es por atacar a nadie, estoy segura de que a todos nos gusta, o nos gustó el hit de Adele, Rolling in the deep, que ha ganado el éxito de manera justa. Pero, ¿realmente son necesarios tantos covers? No me extrañaría que cualquier día de estos gané el récord mundial de la canción más covereada.

Hay que reconocer que algunos son muy buenos, pero que además sorprendieron porque no ubicábamos a los intérpretes en este género, como es el caso de la interpretación hecha por Linkin Park.

Y claro, siendo mexicanos no podemos pasar por alto a los niños que se hicieron famosos por su cover de la ya globalmente reconocida canción, por supuesto me refiero a los Vazques Sounds.

Pero créame cuando le digo que no todo son miel sobre hojuelas, porque así como hay buenas interpretaciones, las hay de provocar nauseas, llanto, crisis nerviosas, epilepsia, dolor abdominal, migraña, depresión, callos en los pies, y hasta pensamientos suicidas.Y para no seguir con una lista interminable de síntomas y afecciones, si usted no ha escuchado la «monada» que hizo Liz Vega con la canción, compruebe usted mismo que no exagero.

Ahora, sí usted llegó hasta este punto del post, quizá sea muy valiente, así que permítame promover el autoconocimiento en usted, querido lector, invitándolo a conocer hasta donde llega su capacidad de asombro, de terror, y, ¿por qué no? su umbral del dolor.

¿Conoces otra versión perturbadora de Rolling in the deep? No dudes en compartirla con nosotros en los comentarios 😉

Deja un comentario